Según un estudio de la plataforma de administración Comunidad Feliz, cuyo software es utilizado por 3.327 condominios y edificios de Chile, durante 2023 la morosidad en el pago de gastos comunes creció 196% en la Región Metropolitana respecto del año anterior.
Esto considera a las comunas de la Región Metropolitana, donde Santiago centro es quien lidera, con un aumento del 171%, donde se observa el mayor monto moroso acumulado. El mayor incremento porcentual fue La Reina, con 1.912%, esto entrega un aumento promedio del 196% de la morosidad extrema.
Al respecto, César Gómez, agente de RE/MAX Exclusive, explica que los arrendatarios, los propietarios residentes y, sobre todo, los propietarios arrendadores deben estar monitoreando constantemente los gastos comunes, e involucrarse en la comunidad, para optimizar el uso del dinero y el cumplimiento del presupuesto, así como el cuidado de las áreas para contener el incremento del monto de la cuota mensual.
La Ley de Copropiedad al respecto señala que “en caso de que un copropietario no cumpla oportunamente con el pago de los gastos y, a causa de esto, se disminuya el valor del condominio o se origine un riesgo no cubierto por los seguros que regula esta ley, le corresponderá responder de todo daño o perjuicio que pudiere imputarse a su cumplimiento”.
“Lo recaudado en el cobro de los gastos comunes se usa para cubrir los costos de funcionamiento del edificio, nómina del personal, cuentas de los espacios comunes, mantenimiento y mejoras de la infraestructura, entre otros. Algunos reglamentos establecen restricciones de estos para quienes incurren en morosidad, si no se logra la recaudación necesaria esto puede generar que, si no se logra la recaudación necesaria, la interrupción de los servicios e incurrir en intereses por mora y/o multas a la comunidad”, señaló Gómez.
La medida más estricta en caso de morosidad sería la restitución del inmueble, bien sea de común acuerdo o por lanzamiento, siempre y cuando se cuente con un contrato de arriendo robusto, redactado por profesionales. Otra medida sería incluir los gastos comunes en el canon de arriendo. Finalmente, empatizar y comunicarse con el arrendatario es lo más recomendable.
Con la mayoría de los administradores se pueden establecer convenios de pago, sin embargo, lo más importante es evitar incurrir en estos retrasos, esto nos lleva a reducir o eliminar gastos mensuales que no sean estrictamente necesarios, mientras se incrementan las fuentes o el tamaño de los ingresos. “Cuando se enfrentan dificultades económicas se deben hacer ajustes al presupuesto familiar, el pago de los gastos comunes generalmente se pospone primero, porque las consecuencias del retraso tienen mayor plazo de ejecución frente a otros gastos, como el arriendo, los dividendos y los gastos de alimentación”, agregó el experto inmobiliario.
Lo recaudado en el cobro de los gastos comunes se usa para cubrir los costos de funcionamiento de edificio, nómina del personal, cuentas de los espacios comunes, mantenimiento y mejoras de la infraestructura, entre otros.
César Gómez Agente, RE/MAX Exclusive
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