2019 marcó un antes y un después en la forma en que las personas en Chile consiguen cumplir el sueño de la casa propia. El estallido social y la pandemia, junto al sentido de urgencia que tuvo los retiros de fondos previsionales (AFP), para paliar la crisis económica que trajo el confinamiento, también trajo consigo una mayor inflación, lo que impactó en un alza del valor de la Unidad de Fomento (UF) y por ende un aumento de los valores de las propiedades en venta o arriendo que se valorizan con este indicador. Esto, junto a las mayores restricciones crediticias de las entidades financieras, han sido los principales factores que han limitado el acceso a la vivienda.
Si se compara el mes de octubre de 2025, con octubre de 2019, el ingreso por hogar solicitado para comprar una propiedad casi se duplicó. Si se simula un crédito de 2.500 UF, antes se exigía un ingreso de $885 mil y ahora esa renta debe ser cercana a $1,61 millones. En una propiedad de 4.000 UF, hoy se debe acreditar un monto de $2,6 millones y anteriormente solo era de $1.41 millones hace seis años. Estos ejemplos consideran un pie del 20%, con un plazo a 30 años y las tasas ajustadas a cada período, que antes fue entre el 2% y el 3% y en la actualidad llega a 4,16%.
Frente a la situación actual, para Yuval Ben Haym, director regional de REMAX Chile, señala que todos los actores de la industria juegan un rol clave para reactivar el sector y, fundamentalmente, son los bancos los que manejan las tasas de interés para créditos a largo plazo. “El subsidio a la tasa es sólo para viviendas nuevas de hasta 4.000 UF, por tanto, el cambio en las condiciones y la flexibilidad en el manejo del riesgo financiero es de voluntad de los que otorgan los créditos para obtener propiedades nuevas y usadas”, indicó.
Si bien más del 44% de los compradores en la actualidad son inversionistas que adquieren viviendas para arrendarlas -aunque en algunos casos el arriendo no cubre el dividendo-, en los últimos años ha aumentado la demanda de alquileres de personas que no han podido comprar, pero si alquilan.
Quienes logran comprar consolidan su patrimonio y si compran en sectores estratégicos, con excelente conectividad, acceso a servicios, buenos descuentos y con subsidio a la tasa hipotecaria se hace más atractivo. Las proyecciones para el 2026 esperan que el acceso a la vivienda se mantenga mucho más estable y lentamente se recupere, con mejores condiciones de tasa y una demanda que continúe en ascenso.