n Chile existen más de 15.000 corredores de propiedades. Sin embargo, no existe una entidad que regule o certifique esta profesión, por lo que cualquier persona puede ejercerla. Si bien, hay empresas reconocidas en el mundo de la gestión inmobiliaria, los clientes no siempre comprenden los procedimientos y en muchas ocasiones la experiencia no es satisfactoria, con cobros de comisiones e información poco clara, publicaciones de propiedades que ya se vendieron y algunos vicios o malas prácticas que generan desconfianza en este rubro.
Frente a este escenario, los expertos del mercado entregan claves para contar con una asesoría profesional y especializada. Yuval Ben Haym, director regional de REMAX Chile -compañía con más de 50 años y líder mundial en bienes raíces-, explica que cuando se busca a un agente inmobiliario que medie la relación entre comprador, vendedor o arrendatario, ellos son ejecutivos independientes, que deben costear los gastos operacionales, de marketing y de oficina, por lo que las comisiones cubren honorarios y otros ítems en el proceso de compraventa: publicaciones, marketing digital, gastos notariales, documentación, gestión tributaria, legal y financiera.
“Los agentes inmobiliarios no son empleados, son personas independientes o pertenecen a una marca ya establecida. Hay una percepción de que las comisiones son muy altas, pero lo real es que los agentes no se llevan toda la comisión que, en Chile, por lo general es el 2%, del comprador y del vendedor, ahora lo habitual es que un negocio inmobiliario se cierre en canje comercial, donde dos agentes comparten las comisiones. El agente nunca cobra por adelantado, solo se cobra cuando la transacción tiene éxito, de lo contrario el agente no recibe nada. Esto es el punto más importante, son personas que trabajan sin saber que van a tener suficiente para cerrar el mes, especialmente si son nuevos, están recién aprendiendo, tienen que trabajar durísimo para poder garantizar el éxito de las transacciones que llevan a cabo”, señaló Ben Haym.
“Antes se les llamaba corredores de propiedades porque efectivamente tenían que “correr” para mostrar lo que estaba disponible en el mercado. Eso ya no es así. Hoy el cliente quiere saber qué hay en un sector determinado, en un rango de precio determinado, no necesitan a un agente, pueden entrar a los portales, filtrar el perfil de búsqueda y obtener toda la información. Un corredor de propiedades tiene que traer ahora una cierta ventaja, algún tipo de expertise, una propuesta diferenciadora. Hoy yo puedo entender a los clientes que no quieran pagar comisiones a personas que sólo muestran ambientes. Los agentes inmobiliarios están para cubrir la falta de información y conocimiento que tienen las personas en una de las decisiones más importantes de su vida”, añadió.
Las personas en promedio, a nivel mundial, realizan la compra de una propiedad cada cinco o siete años. “En ese período, las personas no tienen el suficiente tiempo y habilidades necesarias para una transacción exitosa, como negociación, manejo de objeciones, saber todo lo legal, durante y después de una transacción inmobiliaria, saber de marketing, ser community manager, guiar a las personas, entrar en confianza, tanto con el comprador como con el vendedor y una serie de habilidades adicionales que son difíciles, que requieren tiempo, paciencia. Lo más importante, un agente que trabaja con el respaldo de una marca consolidada, tiene más posibilidades de contar con una formación profesional continua, y eso es parte del valor diferenciador que se paga en las comisiones. Un buen agente inmobiliario entrega a las personas la tranquilidad y confianza para hacer la compra más importante de su vida”, finalizó el experto.