El Banco Central bajó la tasa de interés en 50 puntos y la dejó en su menor nivel desde marzo de 2022, y en la reunión de Política Monetaria de mayo el ente rector decidió dejar la Tasa de Política Monetaria en 6%. Su comunicado afirma que, "la TPM seguirá reduciéndose, pero la magnitud y temporalidad tomará en cuenta la evolución del escenario macroeconómico y sus implicancias para la trayectoria de la inflación".En cuanto a los créditos de largo plazo, para la entidad “siguen exhibiendo tasas de variación anual acotadas, en línea con la evolución del ciclo macroeconómico”. Mientras las tasas de interés de las colocaciones a plazos más cortos han continuado “reflejando la transmisión de las bajas de la TPM”, las hipotecarias, más vinculadas a las tasas de largo plazo, siguen altas”. Advierten, además, que “la morosidad ha crecido en todas las carteras”.
La situación específica de los créditos hipotecarios en Chile se ha visto influenciada por una serie de factores, como las condiciones económicas, las políticas y las tendencias del mercado inmobiliario. La inflación también puede tener varias implicancias en el acceso a la vivienda.
La inflación puede aumentar el costo de la vivienda, ya sea en términos de precios de compra o de arriendo. Si la inflación es alta, los precios de las viviendas aumentan con el tiempo, lo que puede hacer que sea más difícil para las personas acceder a un inmueble, especialmente para aquellos con ingresos fijos que no aumentan al mismo ritmo que los precios de los bienes raíces.
En entornos de alta inflación, los bancos centrales suelen aumentar las tasas de interés para controlar la inflación. Esto puede hacer que los préstamos hipotecarios sean más costosos, lo que reduce el poder adquisitivo de los compradores potenciales y dificulta el acceso a la vivienda.
La inflación también afecta el costo de vida en general, lo que afecta la capacidad de ahorro de las personas para la compra de una vivienda o para pagar un crédito hipotecario. En algunos casos, para aquellos que lo ven como una inversión segura, la inflación puede llevar a una mayor demanda de viviendas, lo que puede aumentar sus precios y dificultar el acceso para compradores primerizos.
Los créditos hipotecarios crecieron un 5% con relación al año 2023. Las personas nacidas entre 1995 y 2009, llamados centennials, son los que más recibieron la aprobación para un crédito hipotecario, y los más rechazados son las personas mayores de 44 años.
La razón de por qué los más jóvenes son más aprobados se debe principalmente porque los bancos ven en ellos el mayor plazo de financiamiento y con 25 o 30 años de plazo la cuota de dividendo es menor por lo que la renta les permite pagar ese dividendo mensual.
Como explican los expertos, en momentos de crisis se generan las mejores oportunidades, el ritmo inmobiliario no se ha detenido, el control inflacionario y la baja de la tasa de interés de Política Monetaria son buenas señales que permiten pensar que todo quienes son sujetos a créditos, que buscan invertir o para vivir vean ahora el momento más adecuado para adquirir una vivienda.